Familia solicita traslado de casa Ebel a sitio municipal para evitar demolición
Paula Guerra Palma
Con preocupación la comunidad puertomontina ha visto la salida de su lugar de la histórica Casa Ebel de calle Benavente, para dar paso a la construcción de un nuevo supermercado Lider Express.
La bella casona estilo Art Nouveau, que pertenece a la familia Ebel, se encuentra en mal estado, pero aun así su historia continúa en pie. Por ello es que la familia comunicó formalmente a la Municipalidad de Puerto Montt su intención de trasladar el inmueble a un sitio municipal para su conservación.
La carta enviada al alcalde de Puerto Montt, Gervoy Paredes, señala que la propia familia, en un esfuerzo económico, asumirá los costos del traslado y la reconstrucción del inmueble, "logrando una réplica idéntica" en un sitio que aún no se determina. La familia está consciente del valor cultural y el aporte a la ciudad de la antigua construcción.
La directora de la Dirección de Obras Municipales (DOM), Javiera Torres, indicó que el municipio sólo le cobrará a la familia Ebel, según Ordenanza de Cobros , el 1% de derechos municipales que correspondería por la nueva construcción que se realice en el terreno.
El arquitecto Gian Piero Cherubini había manifestado su pena ante la desaparición de la casa, mediante una carta enviada a El Llanquihue el día 18 de enero, donde expresaba que entre conservar la casa y trasladarla, era mejor conservarla, pues "el traslado es la muerte. Es enviarla al asilo de ancianos de la arquitectura, para que de vez en cuando alguien se acuerde", opinó en la misiva el profesional, agregando que "como granos de arena se nos va el patrimonio, perdemos la memoria, nos volvemos amnésicos. Nos olvidaremos de nosotros mismos y a nadie le importará. Porque a nosotros no nos importa. Así muere la historia", concluía Cherubini.
El que la única forma de salvar la casa sea el traslado, tampoco le agrada al director regional del Consejo de la Cultura, Alejandro Bernales, pues cree que ir a dejar otro inmueble lejos del centro es borrar la memoria histórica del centro de la ciudad.
"Puerto Montt ha tomado la mala costumbre de hacer desaparecer e invisibilizar los edificios que dan cuenta de su historia. Esto es grave. Y si la trasladan, ocurrirá lo mismo que con el Banco Llanquihue, que estaba en pleno centro de Puerto Montt y ahora está por allá lejos en el parque La Paloma, donde llega muy poca gente a verla", asevera Bernales.
El titular de Cultura además apunta sus dardos hacia el Consejo de Monumentos Nacionales, reclamando que la entidad es demasiado frágil en regiones y todas las decisiones se toman en Santiago. "Si tuvieran mayor representatividad se podrían hacer muchas más cosas y problemas como el de la casa Ebel podrían solucionarse de otro modo", asegura.
A su vez, el arquitecto Raúl Palma indicó que la casa "tal vez sea el único ejemplo de arquitectura de estilo Arts & Crafts en Puerto Montt, también conocido como Jugendstil entre los alemanes y Art Nouveau en Francia. Este estilo marcó la transición entre la arquitectura neoclásica y la arquitectura moderna, por lo que, haciendo un parangón con la antropología, se le puede considerar como el 'eslabón perdido' hacia la modernidad. Es decir, que la arquitectura moderna, como la conocemos hoy, se hizo a partir de obras como la Casa Ebel. Si Puerto Montt destruye este testimonio histórico, se irá quedando sin memoria, sin cultura y sin patrimonio del cual se pueda sentir orgullosa como ciudad", aseguró el profesional.
La directora de la DOM, Javiera Torres, indicó en una carta enviada a El Llanquihue que según el Decreto Alcaldicio Exento Nº 372 del año 2008, "los propietarios de edificaciones declaradas de interés histórico o patrimonial, cuya estructura se encuentre en mal estado y de acuerdo a la Ley de Urbanismo y Construcción corresponda su demolición, podrán desarmarlas, trasladarlas, y reconstruirlas, incluidas sus instalaciones, en terrenos de propiedad municipal, sin costo para el municipio, de acuerdo a un proyecto aprobado por la DOM".
Torres aclara que sólo una vez instalada dicha edificación en su nuevo emplazamiento, se autorizará en el predio original una nueva construcción.