Carlos Barril: un ejemplo solidario
Nuevo Hijo Ilustre es contador que lucha por su gremio y la profesionalización de modestos estudiantes puertomontinos.
Cuando el próximo mes de febrero, cumpla 161 años, Puerto Montt -siempre agradecido de quienes le honran con una vida ejemplar- distinguirá como Hijo Ilustre de la capital regional al connotado puertomontino Carlos Barril Villalobos, quien ha compartido su vida profesional de contador con otras actividades destinadas a servir generosamente a su prójimo, en especial a aquellos más desprotegidos.
Su bullente vocación de servicio a la gente, lo ha impulsado a estar junto a la juventud aportando sus conocimientos en las aulas estudiantiles y universitarias. Y, sobre todo, apoyando a aquellos muchachos que, por falta de recursos, no pueden alcanzar una digna profesión. En la Liga Protectora de Estudiantes encontró esa posibilidad y se entregó con pasión al servicio de la causa en esa institución, de la que llegó a ser presidente entre 1957 y 1963. Su entusiasmo fue contagioso y la benefactora obra se ha consolidado con la solidaria labor anónima de estas personas de alma grande. Un importante contingente de nuevos profesionales saben de esa grandeza humana y, agradecidos, quieren multiplicar la lección.
Pero, Carlos Barril no sólo se ha preocupado de los demás, también ha volcado su caridad y capacidades a la superación de su gremio. Donde, ya por 50 años, lo han acogido con especial cariño y admiración hacia sus virtudes personales. Ha sido, así, insigne dirigente local y regional del Colegio de Contadores, al que acaba de prestigiar globalmente -y con ello también a Puerto Montt- al recibir el "Premio a la Excelencia Internacional Fray Luca Batolomeo Piaccioli", conferido por la Asociación Interamericana de Contadores.
Como es propio de los grandes hombres, Carlos Barril Villalobos recibió la preciada nominación de Hijo Ilustre de Puerto Montt con manifiesta humildad. Reiteró que fue una sorpresa y que llegó a pensar que se trataba de una broma, porque reveló que "no he hecho otra cosa que querer a mi ciudad".
Otra institución que se ha enorgullecido con los logros de este noble y ejemplar puertomontino, ha sido la Logia Masónica, de la cual es delegado regional del Gran Maestro en Llanquihue, Chiloé y Palena.
¡Encendamos más antorchas, como la de Carlos Barril, para que la vida sea más digna y mejor!