Alerce: deficiencias medioambientales
El soleado presente verano ha dejado al descubierto preocupantes deficiencias en el manejo medioambiental alercino.
En la vecina ciudad satélite de Alerce, -que nació para socorrer a Puerto Montt en su explosivo crecimiento demográfico-, cada vez son más las deficiencias que se acumulan para atormentar a su crecida cantidad de habitantes. A su problemática conectividad con la capital regional, se añaden también las deficiencias que presenta el manejo de su medio ambiente, algo que es clave para el saludable desenvolvimiento sobre todo de comunidades influyentes como la alercina.
Los soleados días de la presente temporada veraniega han dejado al descubierto esas inconfortables imperfecciones medioambientales en esa futura comuna. Abundan los sitios eriazos, la acumulación de basuras, los roedores, los perros abandonados. Mientras que dos ríos atraviesan el poblado: el Río Negro y el Río Arenas, que desplazan en sus aguas toda clase de desperdicios. Lo cual se torna mucho más preocupante en esta temporada estival, al bajar el nivel de las aguas y quedar al descubierto una gran cantidad de nauseabundos desechos.
Y este atentado medioambiental viene a agravarse todavía más con los incendios forestales, cuya contaminación atmosférica presenta un serio problema para la salud de los alercinos. Más todavía al considerar la falta de agua, lo que se agudiza en las áreas rurales aledañas, donde en esas condiciones poco higiénicas los lugareños permanecen expuestos a enfermedades, al igual que sus animales.
Esta alarmante situación hace imperioso un urgente estudio integral del caso, para que en la brevedad se adopten las medidas que correspondan y se ejecuten las obras necesarias, comenzando por las más imprescindibles. Debe, por tanto, establecerse como obligatoriedad de los vecinos mantener debidamente cercados sus sitios; incrementarse los servicios de recolección de basuras; habilitarse una apropiada canalización para el libre curso de las aguas de esteros, arroyos y ríos; así como igualmente mejorar los sistemas de provisión de agua potable de calidad tanto urbana como rural, además de la pavimentación de las calles y caminos para evitar la densidad de los contaminantes en suspensión.
Alerce, nuestro mejor aliado futurista, merece un trato más digno y un apoyo más concreto.