Peligrosas quemas intencionales
Reciente alarmante incremento de incendios forestales, originados en quemas de arbustos, urge a la prevención.
Llegado el tiempo de las altas temperaturas, más el irresponsable y vandálico accionar de los antisociales, Puerto Montt y nuestra zona se ven sometidos a los graves riesgos de los incendios forestales y las quemas de matorrales, que en las últimas semanas han llegado a amenazar de manera preocupante a sectores poblados de nuestra ciudad y hasta a una clínica de salud. Todo lo cual se ha originado en una desquiciada intencionalidad humana, según se ha podido comprobar.
La atención de esas emergencias tiene un alto costo para el Cuerpo de Bomberos, que debe movilizar carros aljibes y, entre otros, equipamiento de extinción del fuego, junto a los voluntarios a cargo. Más todavía si en un período superior a una semana, en que ha habido mucho sol y nada de lluvia, ha sido imperioso realizar 80 salidas por quemas de arbustos, debido a exclusiva responsabilidad de la gente, no obstante los reiterados llamados que se han hecho a los vecinos a ser cuidadosos para evitar estos peligrosos focos de fuego, como lo reiterase a nuestro matutino el comandante del Cuerpo de Bomberos, Martín Ercoreca.
La cifra señalada da cuenta de la gravedad de la situación y, sobre todo, de la soltura e impunidad con que están actuando tan sucesivamente los pirómanos malhechores. A los cuales -sin son vistos en sus tropelías- las autoridades solicitan a los vecinos, encarecidamente, denunciarlos ante las instituciones policiales para que reciban aleccionadoras sanciones; así como también velar porque sus hijos no se involucren en estos riesgosos incidentes.
En esta tarea preventiva y de combate a los siniestros forestales, han estado también participando las brigadas de la Corporación Nacional Forestal, CONAF, y de la Oficina Comunal de Emergencia. Entidades que más al norte han tenido que afrontar este desafío con alcances todavía más alarmantes.
Se apunta también la nutrida existencia del arbusto denominado chacay, de fácil combustión, y que abunda en la periferia de la ciudad, como también hacia Puerto Varas y Pargua. Especie que debería eliminarse sobre todo de los terrenos aledaños a las áreas pobladas, en el marco de la neutralización de los incendios forestales que cada vez surgen más amenazantes para los sectores habitados.