Chile, obra de todos
"Familias felices y sin tragedias se anhela este verano en nuestra zona. Carabineros llama a la prudencia en la conducción y la Armada insta a disfrutar sólo de las playas habilitadas""De eso se trata la política y la democracia: alcanzar acuerdos y fijar principios"
Cuando niño recuerdo acompañar a mi abuelo a votar. Él caminaba con orgullo de cumplir un rito que nos hace grandes como país, en tiempos ciertamente más difíciles que los actuales. Como intendente me tocó asumir el Gobierno de la región en condiciones muy difíciles. Acababa de ocurrir el terremoto y en nuestra zona el desempleo subía producto de la crisis del salmón. La inversión y la construcción estaban paralizadas. A esto se sumaba la desconfianza de fuerzas políticas que veían asumir al Presidente Piñera y un gobierno de centro derecha después de 20 años de Concertación. Sin embargo, junto a un gran equipo de colaboradores imprimimos la mística necesaria para mover la máquina y tender puentes para poner a la región nuevamente en el liderazgo nacional en cuanto al empleo y la inversión pública y privada. No hay comuna en la región que no recibió un aporte muy significativo de inversión, y la región se volvió a poner de pie con los indicadores de desempleo más bajos del país por tres años seguidos. No fue casualidad. La Carretera Austral estaba cortada y Chaitén prohibido. Hoy, Chaitén vive, la carretera austral funciona y se está pavimentando como nunca antes en la historia (¡110 km ya terminados!). Chiloé terminó su aeropuerto y triplicó sus recursos para infraestructura y el Puente se convertirá en ícono del progreso nacional. Osorno resolvió un desempleo que se empinó a dos dígitos, inauguró avenidas como Manuel Rodríguez y pronto verá un Parque Alberto Hott que será un tributo al río y la calidad de vida. En el caso de Puerto Montt, desde el Estadio Chinquihue, hasta el Nuevo Hospital Base y toda la circunvalación que terminará uniendo la Panamericana con la Carretera Austral, más el impulso a obras claves para Alerce (conectividad, colector aguas lluvia, nuevo colegio y ampliación consultorio) y programas de barrios como Mirasol o la erradicación de Las Camelias, son obras que perdurarán. Con toda humildad, puedo decir que lo anterior no fue obra exclusiva de este Gobierno. Fueron muchos ciudadanos que con respeto y persistencia hablan con las autoridades de turno. Fue producto de que en Chile es posible ponerse de acuerdo para hacer obras, con alcaldes, cores o funcionarios, que no necesariamente comparten compromisos políticos, pero que sí son capaces de empujar hacia donde la gente lo necesita. A todos y cada uno les agradezco porque de eso trata la política y la democracia, ser capaces de lograr acuerdos y fijar principios básicos en nuestras reglas de juego como país.