Los jugadores de O"Higgins reconocieron que tuvieron problemas para dormir en la madrugada de ayer. Las emociones del primer torneo en la historia del club, conseguido tras derrotar a la Universidad Católica en el Estadio Nacional, aún eran demasiado intensas como para tranquilizar el cerebro y el alma de una ciudad que festejó hasta la mañana el inédito logro.
Dos de sus máximas figuras en la temporada, Pablo Calandria y Pablo Hernández, revelaron algunos aspectos claves de la Súper Final.
"En el primer tiempo Católica nos respetó demasiado. Esperó nuestro error, la segunda jugada o nuestro error en la salida", comentó el centro atacante a radio Cooperativa.
"El gol nuestro le cambió los planes (...). Por superioridad nos metió al área, pero a pelotazos, no por jugadas bien hechas", añadió.
El autor del gol del título, el tucumano Hernández, contó que ellos sabían que el partido sería cerrado y que podía definirse por un balón detenido, como ocurrió.
El recién nacionalizado chileno relató que cuando Yerson Opazo lanzó el tiro libre, él picó al primer palo sabiendo que debía bajar el balón, "porque Toselli abajo le cuesta", confidenció en radio ADN
Calandria añadió que se sintió campeón cuando a dos minutos del final Nicolás Castillo desvió frente al portero Paulo Garcés. "Ahí me di cuenta que por nada del mundo esto se nos escapaba", aseveró.
O"Higgins comenzó el partido atacando, pero terminó defendiendo en su área, lo que hizo aún más emotivo el encuentro.
Los celestes llegaron a la final tras vencer a Unión La Calera y Rangers en dos partidos que iban perdiendo y que dieron vuelta en los últimos minutos.
"Si no se murió alguien de un infarto en Rancagua, es porque son fuertes", bromeó Hernández.
"El fútbol ya no se juega con nombres, sino con hombres y nosotros nunca dimos un partido por perdido (...) Nos consagramos como un gran equipo", añadió el tucumano.
Ambos destacaron el rol que tuvo el técnico Eduardo Berizzo en el éxito.
"Es muy inteligente; plantea los partidos de antemano y muy pocas veces se ha equivocado (...). Te dice las cosas malas que haces, pero también las buenas, lo que ayuda mucho", resumió Calandria.
"Berizzo nos dio tranquilidad, es el líder, es quien preparara el equipo", agregó Hernández.
El tucumano se va ahora de vacaciones, mientras que Calandria queda en libertad de acción, aunque segura que su agente ya inició las conversaciones para renovar con los rancagüinos. Su mejor carta es que fue el goleador del año, con 26 tantos.
"El más importante fue el último contra Rangers (qué significó el 3 a 4 a su favor en el minuto 90). Era muy difícil, porque pasaba de héroe al peor del mundo. Era muy difícil", reflexionó sobre el tanto que les permitió jugar la final, pues los igualó con la UC en 39 puntos.
Calandria lleva cuatro años en Chile, con pasos por Santiago Morning, Santiago Wanderers y Universidad Católica. Aunque no se cierra a la posibilidad de partir a un club extranjero, su intención es seguir en la Región de O"Higgins.
"He estado por muchos lugares y yo quiero estabilidad. Si yo pudiera quedarme, Rancagua sería lo mejor", agregó el nacido hace 31 años en la bonaerense ciudad de Ituzaingó.