¡A votar!
¡Le llegó la hora de plasmar en el voto la evaluación que haya hecho del trabajo legislativo, fiscalizador y "en terreno" de su mandatario o representante popular, diputado y senador! Si le parece que lo ha hecho bien, con responsabilidad y transparencia, dándole cuenta oportunamente, cada tras año, de su quehacer, ¡reelíjalo! Si no, opte por una cara nueva, privilegiando a quien le haya demostrado educación, conocimientos y capacidad intelectual "a la altura de estas funciones"; que se identifique plenamente con su región electoral, distrito y circunscripción, en donde esté viviendo, residiendo, morando, "con casa y familia"; con experiencia de la vida, conocedor de lo que es "ganarse los porotos" en el estado llano, antes de, y con propuestas claras para mejorar la labor del Congreso, con más dedicación, trabajo, compromiso y asistencia, y con "asesores" idóneos, que le hagan el peso tanto para presentar indicaciones a los proyectos de ley en actual tramitación, y nuevos, que guarden relación con la realidad.
Colofón: No hagan del triunfo un exagerado festín los ganadores ni de la derrota un patético funeral los perdedores. Mírese al pasado. La vida continúa, y la nueva oportunidad será en cuatro años más, y tal vez inversos sean los resultados de "hogaño". Repárese en este último vocablo, como yo lo hice recientemente, y úsese cuando corresponda. Es antónimo de antaño, de otrora.
JORGE SAAVEDRA MOENA.
Fin de campaña
...Y los nueve candidatos a La Moneda hicieron su siembra, incluyeron de todo, algo así como en la variedad está el gusto. Para todos los temas que le preocupan a la ciudadanía hubo promesas envueltas en papel de color esperanza. Para todos tenían la solución, algunas drásticas, otras novedosas, repetidas y también impracticables. Cada uno tenía muy claro, el elector que buscaba, el progresista, el conservador, el rupturista, el ecologista, regionalista y también al aburrido de todo. El mensaje estaba hecho a la medida y en el fondo todos cantaron la misma vieja canción que esperan escuchar los chilenos, pero con nuevas armonías. Tal vez, hubo mucha dedicación a bemoles que no son la verdadera preocupación de nuestra Sra. Juanita, como temas muy políticos. Es de esperar que las heladas, en este caso la frialdad del votante, que se expresa en la abstención no dañe la siembra de los candidatos, cada uno de ellos el domingo hará su propia cosecha.
Pero gane quien gane, en primera o en segunda vuelta, a la Sra. Juanita al otro día el despertador igual le sonará de madrugada; su vida sigue, la de Chile sigue. El circo político levantará su carpa y se despedirá hasta la próxima elección, ojala que cambien los números, están muy repetidos… Menos malabaristas y más trapecistas.
LUIS E. SOLER MILLA.
Caso bombas
Con estupor, el país ha escuchado la noticia de los dos terroristas chilenos detenidos en España por la colocación de bombas incendiarias en un templo de la Madre Patria.
Coincidentemente, estos mismos delincuentes fueron procesados en Chile por similar delito, el Caso Bombas, que luego de polémicas defensas y discutidos fallos, fueron absueltos como blancas palomas, burlándose del país, de la justicia y obteniendo artificiosas indemnizaciones, cercanas al millón de dólares, que el Estado de Chile tuvo que pagar con plata de todos nosotros los chilenos honestos, que trabajamos a diario y contribuimos con nuestros impuestos.
Este deplorable suceso, es una pésima señal en nuestro medio, de la administración de justicia, de la cuestionada actuación de jueces y de la indecorosa actuación de defensores de poca ética, que sólo persiguen mezquinos intereses, que denigran esa profesión y que insólitamente, uno de esos llamados defensores con una desfachatez insólita, va de candidato a diputado, que desvergüenza.
Mejor ni imaginar, con legisladores así qué sería de Chile.
LUISA LIZAMA ILLANES.
Sentido común y voto
El sentido común es el instinto de la verdad, o conjunto de creencias y costumbres basadas en la prudencia, y que no dependen de un conocimiento previo; es común a los seres humanos y nos permite distinguir lo verdadero de lo falso. El sentido común nos dice que si vamos a manejar no ingiramos alcohol; sin embargo, es necesario dictar una ley. El sentido común nos indica que a los niños hay que protegerlos, pero para que esto suceda hay que dictar otra ley para evitar el maltrato infantil. Sabemos que el mejor sistema de gobierno es la democracia representativa. Si queremos mantenerla, vayamos a votar. Eso es lo que indica el sentido común. Si todos respetáramos el sentido común, no habría necesidad de dictar tantas leyes.
MAURICIO PILLEUX DRESDNER.