Más de 6 mil niños de la provincia aprendieron qué es el bullying y cómo prevenirlo
educación. Campaña "El Silencio Grita" de El Llanquihue y la Universidad Santo Tomás estuvo cinco meses recorriendo diversos establecimientos para enfrentar esta problemática.
Son las 11 horas y los alumnos de octavo básico de la Escuela Bernardo Phillipi de Frutillar hacen un alto en el ajetreo diario de sus clases, para aprender sobre un tema que -si bien todos han escuchado- nadie sabe muy bien de qué se trata y cómo enfrentarlo: el bullying (violencia escolar entre pares).
Los estudiantes, que bordean los 13 años (edad en que más ocurre esta problemática), escuchan en silencio, mientras la psicóloga de la Universidad Santo Tomás, Inés Rose, les explica de qué se trata y en sus caras se nota que el tema no es ajeno a su realidad, que más de alguno lo ha visto o incluso lo ha vivido.
Tal como cuenta Juan Ortega, quien reconoce que alguna vez fue víctima de algún compañero: "Cuando pequeño, sufrí de eso, pero muy poco, ya no recuerdo casi nada. Se puede decir que yo sí conozco de este tema", relata el joven, quien cree que es muy difícil cambiar la mentalidad de quienes ejercen el bullying. "Aunque se enseñe, igual hay gente que no lo toma en serio por más que le digan que esto tiene consecuencias reales y siguen molestando", puntualiza.
La charla de la especialista continúa con preguntas a los jóvenes, quienes poco a poco se van soltando y van reconociendo que el bullying no les es ajeno a la realidad que viven al interior de sus aulas.
campaña
Durante cinco meses, El Llanquihue, en conjunto con la Universidad Santo Tomás, recorrieron cerca de 40 establecimientos educacionales de todas las comunas de la Provincia de Llanquihue, bajo el contexto de la campaña de no bullying "El Silencio Grita".
El objetivo fue que más de 6 mil niños entre 5° y 8° básico de colegios municipales, subvencionados y particulares, pudieran darse cuenta que la violencia escolar entre pares es una problemática que no sólo afecta a la víctima, sino que también al agresor y a los testigos, invitándolos a no callar frente a estos hechos.
"Hemos tratado de trabajar harto primero que todo la información, que todos los estamentos tengan súper claro de qué estamos hablando con el bullying, que aprendan a reconocerlo. Y luego poder empoderar a los testigos que -son la mayoría- y ellos también se hagan cargo de ayudar a sus compañeros que están sufriendo, de manera de poder evitar la violencia y prevenirla en todos sus niveles", explica Rose.
Y la iniciativa es reconocida por los alumnos. "Me parece que está bien que vengan a exponer algo sobre bullying, porque no tenemos mucho conocimiento en las escuelas", cree Belén Soto, de 8° básico de la Escuela Bernardo Phillipi.
El director del establecimiento reconoce que no es un tema ajeno a ningún colegio. "Lamentablemente, hay situaciones aisladas donde entre los alumnos la convivencia no es tan buena", señala Carlos Muñoz, quien cree que lo fundamental es la prevención.