Reinaguración del Chinquihue fue a la puertomontina: bajo un aguacero
Fiesta. El estadio de fútbol profesional más austral del mundo tuvo una asistencia histórica, vivió tacos infernales para llegar al recinto, vio el renacer de Lorenzo y tuvo una que otra historia.
Fiesta total. Tal como se merecía el estadio Chinquihue. Porque ni la lluvia fue un obstáculo para presenciar el partido de reinauguración del principal recinto deportivo de la región.
Cerca de 7 mil 500 espectadores presenciaron la brega que fue dirigida por Patricio Blanca, pero que tuvo como principal ingrediente la presencia de dos de los equipos fuertes del campeonato nacional como son la Universidad de Chile y Unión Española y que terminó con el triunfo de los azules por 2-0.
Pero lo más relevante de la húmeda noche porteña, fue el multitudinario marco de público, especialmente de la barra azul que llegó hasta el remodelado reducto sintético.
La llegada
Desde tempranas horas, los hinchas fueron llegando a la capital regional, desde distintos puntos del país, como la capital, Valparaíso, Temuco, Valdivia, Osorno, Chiloé, entre otros.
Y eso se notó claramente en el infernal colapso vial (uno de los puntos negros de la noche) que mantenía, a minutos de iniciarse el encuentro, a centenares de autos en un enorme taco que llegaba hasta el puerto. Kilómetros y kilómetros de desesperación por llegar al recinto.
Por ello, fue necesario el amplio operativo de Carabineros sin novedades, hasta las horas previas al partido. A la hora de los balances, antes de iniciarse el encuentro, el coronel de Carabineros Máximo Lira señalaba la tranquilidad de las autoridades pues solo había "un saldo de tres detenidos por porte de bengalas en el acceso, otras tres por la Ley 20 mil de drogas y 7 hinchas por infringir la Ley de Alcoholes en un balance preliminar, hechos que acontecieron en las afueras del estadio, los que pasarán a control de detención".
Una de las pruebas de fuego, era la instalación de los torniquetes, contemplados en la nueva Ley Plan Estadio Seguro, la cual pasó sin mayores zozobras, con un rápido ingreso de los hinchas, que obedecieron las recomendaciones de la autoridad. Sin embargo, hubo algunos "colados" que quisieron ingresar de manera gratuita al evento, pero fueron detectados oportunamente por los guardias de seguridad contratados por la productora a cargo.
Las bajas temperaturas y la lluvia reinante, hizo recurrir a los más de 7 mil hinchas a las tradicionales "sopaipillas" y el café para mitigar la espera del partido.
"Hubo gran movimiento, la gente se acercó para capear el frío, mediante el cafecito, así que nos ha ido bien con las ventas", comentó Karin Barriga, una de las locatarias al interior del reducto.
Misma opinión compartió Susana Huilipán, quien manifestó que "la gran cantidad de público nos permite recuperar la inversión que hemos hecho. Estamos gratos de estar en este evento, entregando un servicio a la gente, que ha comprado en un buen número".
Por su parte en las tribunas llamó la atención al inicio de la ceremonia de premiación, el cartel que rezaba "Gracias (Rabindranath Quinteros por el estadio" , agradeciendo la lucha que dio el ex alcalde para ver finalizada la obra que estuvo suspendida por el recorte financiero que se produjo tras el terremoto del 2010.
En el entretiempo, hubo espacio para la entrega de reconocimientos a destacados comunicadores deportivos como Juan Carlos "Caco" Villalta, el jugador fresiano de la U, Isaac Díaz y el ex jugador azul y de Puerto Montt, Víctor Cancino.
LAS LEYENDAS
Las viejas glorias de Deportes Puerto Montt no quisieron estar ausentes del evento y protagonizaron un entretenido partido frente a los veteranos del fútbol amateur de la capital regional.
Entre las leyendas que estuvieron en el encuentro figuraron Manuel López, Jaime Aguilar, Nelson Villarroel, Pablo Serón, Bernardo Barría y Rodrigo Viligrón.
Para Viligrón, quien se retiró del cuadro albiverde en el 2012, el estadio es una gran obra para la ciudad, con un marco de público que hace rato no se veía, con dos equipos de mucha jerarquía. "Todos los puertomontinos debemos estar felices por esta obra que nos enorgullece y que debe ser coronada con el ascenso a la B", explicó.
Nelson Villarroel indicó que "Puerto Montt se merece este entorno magnifico que representa este estadio y estoy muy agradecido por habernos invitado a jugar el primer partido. Me hubiera gustado que haya estado el Albiverde, pero las condiciones no se dieron para que se pudiera organizar este encuentro con algún equipo de primera división".
Para el Chueco Barría, la posibilidad de estar en este magno evento y con estadio casi repleto, fue un marco ideal para expresar "que ha sido una experiencia muy positiva para la comunidad, que la gente lo cuide y lo más importante es que la hinchada apoye a Deportes Puerto Montt, para que en esta cancha se puedan ver a equipos grandes jugando contra el equipo local. Puerto Montt tiene un bonito estadio y esperamos volver a la Primera División, con el apoyo de la gente", afirmó.
EL MEA CULPA
Pero también las autoridades dieron a conocer su punto de vista del espectáculo deportivo. El intendente Jaime Brahm explicó que la inauguración deportiva del Estadio Chinquihue viene a culminar los procesos de construcción de este maravilloso recinto que tuvo una inversión de 9 mil millones de pesos.
"Me duele que Puerto Montt no haya estado presente en este evento, y creo que todas las autoridades y la comuna deben hacer su mea culpa al respecto, pero también sabemos que iba a ser muy difícil que un equipo grande hubiera podido jugar contra un equipo que está en Segunda División", explicó Brahm.
Con respecto a las futuras inversiones que tendrá el entorno del recinto, la máxima autoridad regional indicó que lo principal es la reparación de la cuesta Los Espinillos que conectará el complejo deportivo con la parte alta de la ciudad. "Este es un compromiso que el municipio tiene que afinar, porque tiene algunas observaciones, para que el Gobierno Regional pueda aprobar los recursos para que esta obra se concrete", aseguró.
Sobre lo mismo el alcalde Gervoy Paredes señaló que esto ha sido el sueño de una obra muy importante para la ciudad. "Es un estadio que está abierto a la comunidad, a los clubes e instituciones deportivas, de manera gratuita y que sólo se le pide que ayude a cuidarla", manifestó.
La autoridad municipal reconoció que existe un ambiente enrarecido por la ausencia de Puerto Montt, pero también aseguró que los responsable fueron los que llevaron al club a los potreros. "No se me puede culpar por el hecho de que clubes de la Primera ni productoras no quisieran estar aquí (jugando con un club de Segunda División) Yo recojo la crítica bien intencionada y no hago lo mismo cuando ésta denigre a las personas", aseguró.
¿Y Lorenzo?
Para algunos fue sorpresa la presencia del Chancho Lorenzo y aunque estuvo arrinconado al fondo, fue testigo de las miradas de los miles de asistentes del Chinquihue. "Qué lindo ver a nuestra mascota", confidenció Juan Carlos Baeza antes de iniciar el partido.
Desde el salón VIP del Chinquihue, autoridades e invitados demostraron su alegría por ver al pintoresco personaje e incluso el alcalde Paredes aseguró que pronto habría novedades para un eventual regreso. "Queremos llegar a un acuerdo para que aquello ocurra en los próximos meses, pero siempre respetando los acuerdos (con las empresas que auspicia a los albiverdes)", aseveró el edil.