El básquetbol en busca de su sitial
Puerto Montt y Puerto Varas, al fin, tendrán representación en el baloncesto grande (Liga Movistar) de nuestro país.
Ya era tiempo que nuestra zona que ostenta un ilustre pasado cesteril, tuviese la representación que ameritaba en el básquetbol grande de nuestro país a través de su Club Escuela de Básquetbol, recientemente aceptado por la Liga Nacional de Básquetbol para que desde este año bregue en las competiciones de la Liga Movistar, junto al Club Deportivo Social y Cultural de Puerto Varas. Todo un suceso que ha sido muy celebrado en ambas ciudades, donde el deporte de los cestos no deja de apasionar a chicos y grandes. Tal como ocurrió hace algunos lustros cuando San Javier, y más tarde Provincial Llanquihue (el aclamado Monstruo del Lago), se alzaron como los principales referentes del baloncesto sureño.
Superada la larga etapa de receso local en el básquetbol profesional, respondiendo al anhelo de la afición, las vibrantes emociones de esta disciplina tan popular en zonas de áspero clima que obliga al cultivo de los deportes bajo techo, acaban de sellar su regreso a la palestra local. Y para lo cual será imprescindible que la organización, las instituciones, empresariado y público en general, marchen mancomunadamente en cuanto a colaboración y apoyo; sobre todo, en circunstancias que la experiencia anota que cuando no se produce esta fórmula, por lo general se fracasa y no se logran los objetivos.
Era imperioso ir al rescate del laureado pretérito del baloncesto puertomontino. En la retina histórica refulgen las deslumbrantes proezas escolares porteñas en el mini básquetbol de hace décadas, cuya máxima expresión fue el cetro nacional conquistado en 1956 y en justas nacionales juveniles, aportando sus mejores valores a las selecciones del país como fuera el caso de sus jugadores Torres y luego Hechenleitner, Brahm y O´Ryan.
Mientras que está latente asimismo la etapa de oro del cesto competitivo local, en el decenio del 50´, cuando cada encuentro era vibrante y festivo con masivo aliento desde las gradas.
Todo ésto se puede reconquistar. Depende de la pasión que se ponga en esa tarea. De la colaboración que se aporte. Abrir las puertas de Arena a esta noble misión, sería el mejor ejemplo que imitar.